¿Por qué es necesaria la eliminación del fosfato en los tornillos para soldadura?

 

Para los tornillos de soldadura—especialmente aquellos sin recubrimientos superficiales—la eliminación del fosfato suele

ser un paso esencial para garantizar una calidad de soldadura estable y confiable. Este proceso es una parte crítica tanto de

la preparación de la superficie metálica como de las mejores prácticas en soldadura por resistencia.

Aunque el fosfatado se utiliza ampliamente para mejorar la resistencia a la corrosión y la adherencia de la pintura, la capa de

fosfato resultante es eléctricamente aislante. Esta propiedad aislante interfiere con el flujo de corriente durante la soldadura

por resistencia, reduciendo la penetración y la resistencia de la soldadura, y puede provocar soldaduras débiles o incompletas.

Al eliminar la capa de fosfato, la corriente eléctrica puede pasar más efectivamente a través de las superficies de contacto,

mejorando la consistencia de la soldadura y la integridad de la unión.

 

En aplicaciones—especialmente en los sectores automotriz e industrial—existen estrictos requisitos que regulan la condición

superficial de las zonas de soldadura. Por lo general, se prohíbe cualquier tratamiento superficial que dificulte la conductividad

eléctrica. Normas como la ISO 14373 (soldadura por resistencia por puntos), SAE J429 (elementos de fijación mecánicos) y

especificaciones internas de fabricantes como TOYOTA y FORD requieren explícitamente superficies libres de fosfatos y conductivas

en las áreas de soldadura para garantizar una calidad adecuada y resistencia mecánica.

 

Por lo tanto, la eliminación del fosfato no es solo un paso preparatorio, sino una parte vital del proceso de soldadura que influye

directamente en el rendimiento, la fiabilidad y el cumplimiento con los estándares industriales.